"Solo hay que preocuparse de ser excepcionalmente bueno en una única cosa" (Warren Buffett)

Neurociencia informatica

Disfruta en tu trabajo

Decir algo obvio como que pasamos demasiadas horas trabajando como para que terminemos en un trabajo que no nos gusta, simplemente porque la necesidad económica obliga. Inevitablemente, hay trabajos que voluntariamente nadie quiere hacer. Cuanto antes sepamos que nos gustaría estudiar, y en que trabajar mucho mejor, pero también todo lleva su tiempo y a veces en una edad demasiado temprana no sabemos como son determinadas profesiones ni si vamos a encajar en ellas, así que todo es relativo.

Según nuestro carácter, nuestro modo de ser, podemos pensar que tipo de trabajos nos harán más felices. A veces se puede tener la preparación adecuada, tener mucha experiencia, ganar un buen sueldo, y aun así sentir que no es el trabajo donde nos gustaría estar, el tipo de trabajo.

Vicktor Frankl fue un psiquiatra austriaco, que vivió el horror de la Segunda Guerra Mundial, y estuvo en un campo de concentración nazi por ser judío. Este gran hombre desarrolló una terapia que llamo logoterapia, y escribió libros famosos tal como «El hombre en busca de sentido» (libro que por cierto no deja indiferente a nadie, recomiendo su lectura) donde expone que gran parte de nuestros problemas vienen de que no encontramos un sentido a nuestra vida. Desde luego encontrar ese sentido no es probablemente una sola tarea, porque somos como diamantes pulidos, que tienen muchas caras y cada una refleja algo. Así podemos encontrar sentido en nuestra familia, como padres, como amigos, y por supuesto en nuestro trabajo diario. A veces el trabajo tiene tanto peso en la vida que terminamos diciendo: soy abogado, soy físico, soy ingeniero.

Mucha gente estudia para profesiones simplemente porque tienen más salidas laborales, pero que no les llenan, que no les permiten expresar un potencial que puede ir por otro camino, y todo esto genera frustración, estrés, y hasta problemas físicos.

En mi experiencia personal, sentía afinidad por profesiones como la psicología, filosofía, historia, algunas ciencias, pero cuando en una visita a un instituto vi los ordenadores supe con certeza a que iba a dedicar mi vida, y esa certeza hizo que pronto pidiera a mis padres mi primer ordenador (en aquella época un ordenador Amstrad CPC 464 que tenía monitor de fósforo verde, lector de cintas y se programaba en BASIC). De ahí pase a mi primer PC con dos disqueteras, y a programar en Turbo Pascal. Era feliz leyendo las revistas de informática en la biblioteca pública de Zamora (donde nací y viví mi juventud) y sacando libros de programación, y dedicando mucho de mi tiempo libre a programar, mientras otros veían la TV o salían con amigos. Si pudiera volver atrás en el tiempo no cambiaria nada, pues era feliz haciendo lo que hacía.

Las ideas sobre el trabajo están cambiando, y donde antes el salario era el factor casi único, ahora hay temas como la conciliación familiar, el sentirte integrado y valorado dentro de tu grupo de compañeros de trabajo, el sentirse creativo, el sentir que se aprende, que se evoluciona.

En la Segunda Guerra Mundial aparecieron los primeros test de personalidad (ideados por Myers-Briggs) para intentar ayudar a las personas a encajar en el mundo, incluido el laboral, y a partir de ahí empezó a usarse en los procesos de selección de personal. Surgieron perfiles que clasificaban a la gente según si eran extrovertidos, introvertidos, intuitivos, racionales, etc. Esto ayudaba por ejemplo a determinar quien podía ser mejor vendedor (extrovertido), o médico (deseo de ayudar, empático). Posteriormente, ha habido más trabajos para responder a estas preguntas sobre como encontrar la persona adecuada para un puesto de trabajo, que encaje y pueda ser productivo.

Ha habido estudios que demuestran que los empleados motivados son más felices, productivos, se ponen menos enfermos y todo eso redunda en mejorar la empresa como un todo. El trabajo debe ser también un reto, porque si es demasiado fácil, la motivación nos puede abandonar, pero tampoco debe ser tan difícil que te desborde y te sientas incapaz de llevarla a cabo. Hay un dicho que dice que «ascendemos hasta que encontramos nuestro nivel de incompetencia» y de ahí ya no pasamos. En informática esto lo he visto en algún programador buenísimo, que hacerlo jefe de proyecto para poder subirle el sueldo y recompensarle por el trabajo bien hecho, al final se convertía en un problema para esa persona, porque era más feliz programando y no tanto haciendo tareas más extrovertidas que requieren dirigir un equipo de personas e interactuar con los clientes.

Esto último, la «maldición del ascenso», lo estudio un profesor en 1969 publicando un libro titulado «La maldición de Peter». Ahí contaba el estudio según el cual mucha gente era fácil en su trabajo actual, donde se sentían cómodos y eficientes, mientras que a veces el ascenso los llevaba a puestos donde no les compensaba el aumento de responsabilidad, o sencillamente no se sentían capaces de hacer igual de bien su trabajo.

Así pues, la cultura empresarial respecto al trato al empleado está cambiando mucho, se busca retener talento, se busque crear un buen ambiente, porque esto repercute en beneficio de todos.

Alfonso Espinosa

Programador, analista, jefe de proyecto, hago lo necesario en cada momento u oportunidad, ya que la informática es mi pasión, aparte de mi familia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *